Tras un intenso comienzo de 2023, llega la hora de nuestro primer evento de equipo de 2023. Tradicionalmente, pasamos este día en la nieve. Sin embargo, como este año las nevadas han sido muy escasas, decidimos descubrir Zúrich.
Zúrich es interesante por muchas razones: es la ciudad más grande de Suiza, un centro de alta tecnología, una de las ciudades con mayor nivel de vida, una variable topográfica muy interesante, situada al borde de un gran lago, y planifica y aplica estrategias de adaptación al clima desde hace casi 10 años. Este último es el motivo de un proyecto conjunto con meteoblue y la Universidad de Ciencias Aplicadas de Zúrich, con quienes creamos el primer sistema de monitorización climática de la ciudad, IoT en tiempo real, con mediciones cada hora que se muestran en nuestro website y se utilizan para monitorizar y mejorar la estrategia de adaptación climática de la ciudad, cuyo objetivo es hacer de Zúrich una ciudad más cómoda para la población y para las generaciones futuras.
Comenzamos la visita a la ciudad con seis grupos individuales, cada uno de los cuales descubrió distintas partes de la ciudad. Los equipos tenían una cámara de mano y tareas individuales que resolver y documentar, incluidas tareas muy exigentes como contar los tubos de órgano de la iglesia más grande de Zúrich (había más de 100...), cruzar (descalzos) un curso de agua de Zúrich (a 8°C) y hacer fotos con corbata. Los equipos pudieron averiguar el destino final de la visita a la ciudad resolviendo estas preguntas. No fue fácil, y perdimos a 12 empleados por el camino -por suerte, nuestro equipo de gestión de eventos tenía un plan de rescate de emergencia, así que en el almuerzo todos se reunieron de nuevo- habiendo aprendido mucho sobre la ciudad y divertido un rato :)
Después de comer, visitamos el vivero del jardín de la ciudad de Zúrich, con más de 10.000 especies de plantas en parques e invernaderos. También aprendimos más sobre el clima de la ciudad y las opciones de mitigación y el uso y la eficacia de la vegetación para reducir el calor extremo en la ciudad.
Para terminar, tomamos el tren de vuelta a Basilea, nuestra ciudad natal, un viaje en gran medida neutro desde el punto de vista climático. Cumplimos con nuestro deber (o tal vez "nadamos la marea"), buscando formas de aprender y entretenernos de forma respetuosa con el medio ambiente. Hoy estamos de vuelta en nuestras oficinas remotas, calentadas a 19 °C, y trabajando en más soluciones.
